El sueño anhelado de todos los seres humanos es el de encontrar la felicidad y para lograrlo, se supone, es indispensable abolir el trabajo.
Un gran pensador, que ahora no recuerdo, dijo que gracias al error cometido por Eva y Adán no vivimos en un mundo aburrido.
Según recuerdo, la pareja de glotones fueron obligados a salir del paraíso. Y desde ese día les tocó comenzar a trabajar, para poblar el mundo.
Otro “pensador”, dijo; “que si el trabajo pagara, los burros tendrían chequera”. Pero la verdad es que se hace necesario tener una ocupación lucrativa para resolver las necesidades primarias como: la alimentación, el vestido, la diversión y otros lujos.
Tenemos que levantarnos, algunos, muy temprano y transportaron recorriendo media ciudad para llegar al trabajo y comenzar a hacer algo que toca. La diversión es fácil de encontrar, sin dejar de trabajar. El truco es rescatar de nosotros mismos nuestras cualidades. O mejor, una de nuestras cualidades y perfeccionarla a tal punto que puedamos decir yo se hacer esto. Y todos nos respeten. No hay que abarcar mucho, por ahora, luego de aprender algo bien se comenzará otra especialidad.
Este es el truco. Un escalón.
Cada cosa que hagamos debe ser un peldaño de ascenso. El gran problema para muchos es que no saben para donde van. Ahí si graves.
En Plaza Sésamo decían que para darle a la vaca, con arco y flecha, debemos apuntarle a la luna. Por ejemplo, un vendedor tiene como meta en el día vender cierto tope mínimo, pero para eso el está convencido que debe vender su apariencia, venderse él. Por lo que, siempre está pendiente de su presencia de su manera de vestir, de su aseo, de su alimentación, de su conversación y al mismo tiempo de estar actualizado en todo lo referente a su producto y su cliente.
Si queremos más diversión que trabajo tenemos que ser felices.
Y logramos la felicidad siendo felices. Dedicar cada hora de nuestro día en hacer lo que nos gusta hacer. Queriéndonos a nosotros mismos tenemos que ofrecer a nuestra pareja. Energía que brota al cantar todas las mañanas en la ducha y calentar con nuestro cuerpo el agua fría a las 5 am. Y dinamismo que ese convierte en dinero cada noche al llegar a nuestra casa, felices, convencidos de estar haciendo las cosas bien.
Autor. Fernando UrreaB – Texto Fresco. Derechos reservados